jueves, 22 de octubre de 2009

LA E.D.A.R. DE VILLADEPALOS: NEGOCIO RUINOSO

LA E.D.A.R. DE VILLADEPALOS:
NEGOCIO RUINOSO

Hay cosas en la vida que causan sorpresa, estupor e incredulidad, pero todo el proceso de construcción de la E.D.A.R. de Villadepalos y las circunstancias que rodean su puesta en servicio es el “mayor de los despropósitos” de lo ocurrido en el Bierzo en lo que llevamos de siglo.Una Estación Depuradora de Aguas Residuales, para que sea comprensible su definición, viene a ser una instalación compleja cuya función esencial consiste en eliminar todo tipo de impurezas del agua que se han ido en ella acumulando como consecuencia de un uso relacionado con las múltiples actividades y usos que de ella hace el ser humano.
Una Depuradora de este tamaño, por consiguiente, es una instalación adecuada para el tratamiento de las aguas residuales conducidas a través de una red de saneamiento desde todos los núcleos habitados y de las industrias ubicadas en el entorno de su recorrido. Después de una serie de sucesivos tratamientos y procedimientos diversos, se devuelve al cauce fluvial receptor y al medio natural, libre de sustancias perjudiciales o nocivas.
Como complemento, resultado de las distintas fases del proceso, los lodos se convierten en agentes de fertilización agrícola y, fruto del reciclaje de sustancias nutrientes y materia orgánica, se pueden aplicar estos transformados en residuos para abono. En una última etapa, se intenta captar todo aquello que sea susceptible de valorización energética o de incineración. Como última porción de toda la suerte de acciones, los subproductos o residuos finales inservibles se han de enterrar en vertederos idóneos a tal fin.


Con objeto de mostrar todas las vicisitudes esperpénticas por las que ha pasado la E.D.A.R. (aún no puesta en normal funcionamiento), cabe relatar cronológicamente todas las incidencias, que se asemejan mucho a una colección de incapacidades políticas y administrativas, que componen una auténtica “sinfonía de dislates”, a cual mayor:
Las obras se dan por concluidas en toda su extensión en febrero de 2006. El coste total de la obra es una cantidad importante, nada baladí, de 60 millones de euros, 26 de ellos empleados para ejecutar el proyecto de la E.D.A.R. y el resto, 34 millones, para configurar toda la red y sistema de colectores en el Bierzo Bajo. No obstante, se han agolpado, una tras otra, dificultades técnicas, jurídicas, administrativas y políticas que, como conjura fatal, han abocado a que esta infraestructura tan onerosa no se haya podido aún utilizar.
Si ya se inician los retrasos con motivo de la inauguración oficial, mal vamos. Así, la Ministra de Medio Ambiente por entonces, Cristina Narbona, no encuentra “hueco en su agenda” para proceder a su inauguración hasta septiembre de 2006, o sea, con casi ocho meses de demora.
Siguiendo con esta cronología horrenda, surge un debate y enfrentamiento entre los correligionarios socialistas Sr. Saavedra, a la sazón Presidente del Consejo del Bierzo, y el “hombre fuerte” del socialismo berciano, Antonio Canedo, Alcalde de Camponaraya, que quiere privar a la Institución berciana de toda pretensión de gestionar la E. D. A. R.

En octubre de 2007, transcurrido un año largo desde la “fiesta de la foto” y visto bueno de las máximas autoridades, la Confederación Hidrográfica del Norte (CHN) conmina en tono medio amenazante a los Ayuntamientos implicados a que se pongan “manos a la obra” y arranquen de modo patente la Depuradora. De lo contrario, deja intuir que se producirán sanciones por vertidos incontrolados e ilegales al río Sil. Rápidamente, Ayuntamiento de Ponferrada y Junta devuelven “la pelota” a Confederación. Finalmente, el 29 de octubre de 2007, a raíz de una reunión amistosa entre el Presidente de la CHN, Jorge Marquínez, y la Consejera de Medio Ambiente, Mª Jesús Ruiz, se consensúa que sea la Administración autonómica la que corra con todos los costes de puesta en marcha de las instalaciones.
Mas, incomprensiblemente, este asunto tiene todavía un largo itinerario por recorrer. En diciembre de 2007, llama la atención que la misma Ministra Narbona se sirva del término “escándalo” para ilustrar el hecho de que la E.D.A.R. continuara con su parálisis total.
En el mes de julio de 2008, Marquínez se reiteraba nuevamente al decir que la “puesta en marcha y funcionamiento” era inminente y el 6 de agosto, los Regidores de Carracedelo y Camponaraya (dos de los tres municipios que se conectarían y disfrutarían del saneamiento en primer lugar) manifestaban que todo se haría “en pocas semanas” y cargaban la culpa de ello a unos permisos de Industria que se esperaba que llegaran en breve, porque se había dilatado su resolución en el tiempo.

Para acabar con este real disparate, en diciembre de 2008, el primer Edil de Ponferrada, Carlos López Riesco, casi se atrevía a afirmar que la Estación Depuradora de Aguas Residuales de Villadepalos se hallaría en fase de funcionamiento en enero “próximo”. Se desvelaba, asimismo, que la Mancomunidad que gestionaría y tomaría a su cargo las instalaciones estaba en poder ya de la última autorización preceptiva, librada por el Ministerio de Industria.
Y, para fijar el tema en su dimensión más actual, el Presidente de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil, Francisco Fernández Liñares, en su visita a finales del año pasado a la carpa promocional y divulgativa del “ciclo del agua”, localizada enfrente al Museo del Ferrocarril en el aparcamiento, comprometió el respaldo del Organismo de Cuenca a la Mancomunidad en todo lo necesario, con el exclusivo fin de garantizar un correcto funcionamiento y aprovechamiento de la central de depuración.
En mayo de 2009 se esbozó un atisbo de avance, demasiado tímido, al anunciar que la E.D.A.R. de Villadepalos principiaba en una primera fase a recepcionar unos 20.000 metros cúbicos de agua por día, para aplicar las técnicas de depuración únicamente de los residuos físicos de caudales de aguas provenientes del colector de Ponferrada. En cuatro o cinco meses, se completaría y ampliaría la depuración con otras dos fases: la biológica y la química. En seis meses se abriría el concurso de cara a la licitación de la gestión y explotación de la EDAR.
Estando en la situación presente, sin ahondar en otros planteamientos, tenemos la EDAR en “parada técnica”, es decir, inservible y con unas deficiencias acumuladas por un deterioro grave y continuado en algunos mecanismos y partes de la instalación, hasta el punto de precisar una inyección extraordinaria de fondos de alrededor de 300.000 euros por parte de la Junta.
Por otro lado, se extiende el rumor de que los tres Ayuntamientos que se han puesto al frente de la Mancomunidad de Gestión de la E.D.A.R. (Ponferrada, Camponaraya y Carracedelo) están en la determinación de “privatizar el servicio”.
También corre “como la pólvora” el cálculo que cuantifica en 40€ anuales lo que un usuario doméstico (vecino) con un consumo medio vendrá obligado a abonar a una Empresa, pues ya está decidido o “amañado” a quién se va a adjudicar al intuir muchos, con intención aviesa, que no van desatinados los que comentan que el proceso de licitación y presentación de ofertas va a convertirse, en realidad, en una forma rutinaria “de cubrir el expediente”.
Desde Bierzo.Natura, con la libertad e independencia que nos caracteriza, demandamos y proponemos que la Gestión y Explotación de la EDAR ha de ser llevada por un Organismo o Ente público. Y, en coherencia de lo que nos guía fundamentalmente (“hacer Bierzo”), defendemos que todos los servicios básicos, a nivel supramunicipal, son propios y genuinos de nuestro Consejo del Bierzo. Yendo más allá, nuestra concepción de los Entes locales mancomunados es que conviene su paulatina desaparición, al darse y disponer en nuestro territorio de un Ente con vocación de agrupar, y es que realmente acoge, a todos los Municipios bercianos y también lo debe intentar con sus aspiraciones por zonas o temáticas peculiares.
Por otra parte, es claro que el Consejo abarataría la factura por la prestación de este nuevo servicio imprescindible y, además, sería preciso que se instara a la Junta a fin de que sufragara una proporción notable de los gastos de mantenimiento, como mínimo los primeros años, prestando el apoyo y los medios que necesitara o reclamara el Consejo Comarcal.

MARCELINO B. TABOADA