lunes, 28 de septiembre de 2009

LA VIRGEN DE LA ENCINA Y SUS PIMENTERAS






LA VIRGEN DE LA ENCINA

Y SUS PIMENTERAS




CURIOSIDADES:


Hay indicios suficientes para creer que el pimiento (Capsicum Annum L.)

se empieza a cultivar de forma relevante en el Bierzo desde mediados del S. XVII.

En concreto consta documentalmente en el archivo municipal de Ponferrada, en el Libro de Actas 1653-1669, una descripción de la preocupación por la excesiva proliferación y los inconvenientes que acarreaba el cultivo del pimiento, con la intención de desincentivar su consumo. Esta exposición es realizada por don Diego de Balboa y dirigida al corregidor don Pedro Gómez Bretón y resto de regidores de la villa.

Jovellanos, en relación a su viaje al Bierzo en 1792, se refiere en su diario al pimiento de Bembibre.


Una canción popular, datada del S. XIX y transmitida oralmente hasta nuestros días, menciona que con motivo de las fiestas en honor a la Virgen de la Encina, Santa Patrona de Ponferrada y el Bierzo, corresponde sacar y portar a la Virgen a “cuatro pimenteras de Ponferrada”.

Esto se debe a que fueron las amas de casa bercianas las que, en principio, iniciaron lo que luego sería la tradición del pimiento asado del Bierzo. Y, en este sentido, se aludía a ellas como “pimenteras”.


Desde su comienzo, prácticamente todo el pimiento recolectado en el Bierzo se destinaba al envasado, previas tareas de asado y pelado.

El pimiento que se comercializa bajo el sello de la Indicación Geográfica Protegida es de las siguientes características-tipo: triangular, alargado y de la variedad “ecotipo Bierzo”, de tonos colorados o rojizos. Su peso medio es de 160 gramos. Bajo la tutela de la Indicación hay diez empresas inscritas, que “embotan” la totalidad de su producción.

El nacimiento de la primera industria agroalimentaria conservera de pimiento se produjo en Villafranca del Bierzo en 1818, como una línea más aparte del confite de frutas, que era su actividad principal. Ello se refleja en la obra del insigne autor Antonio Fernández y Morales, literato cacabelense precursor del “Resurgimiento” gallego, escenificado por la figura de Rosalía de Castro. El escritor berciano publicó una obra única e irrepetible: “Ensaios poéticos en dialecto berciano”, en 1869.

En el año 1900, por mor de la magna Exposición Universal en París, una empresa pimentera comercializadora se decidió a participar en este Certamen.




En la Glorieta conocida por “Las pimenteras”, al lado del Palacio de Justicia y Escuela de Idiomas, se ha colocado como ornato una composición en bronce cuyos elementos más visibles son “cuatro pimenteras”, estatuas de dos metros de bronce como material empleado. Están pelando pimientos, tarea posterior a otras dos (asado y descorazonado). Estas buenas y trabajadoras mujeres bercianas son un fiel exponente, las más jóvenes y gallardas, de las que se ofrecían para transportar “en volandas” a nuestra muy querida “Morenica”, en esta nuestra Región de María Santísima.


En la procesión conjunta del Encuentro de la Resurrección del Domingo de Pascua se entiende el origen de la canción más que popular, popularizada, “A Ponferrada me voy”, con el correlato del estribillo “…las cuatro pimenteras”. Las cuatro pimenteras ponferradinas sacaron a hombros, en una fase inicial de muchos años, a la Virgen de la Encina. Ellas, asimismo, en un período de más modernidad, cambiaron de ir ataviadas con el traje típico y folclórico de gala de la ciudad por preferir llevar una mantilla española. Así era como las hermosas jóvenes ponferradinas elevaban sobre sus espaldas a la Morenica, caminando bajo sus andas de plata, como “cuatro costaleras de honor”, normalmente por turnos.


MARCELINO B. TABOADA